03 May 2013 USAR SUJECIONES NO ASEGURA EL CUIDADO NI LA AUSENCIA DE DENUNCIAS
Una residencia geriátrica es denunciada y se le exige el pago de una indemnización de 44.281 euros a la familia de una residente fallecida a causa de un accidente por asfixia al quedar atrapada su cabeza entre el colchón y las barras de protección acopladas a la cama.
La residencia cumplía con el ratio de personal, y las medidas que se habían adoptado se hallaban debidamente homologadas.
No obstante, la Sala alega que “la enfermedad de alzheimer que padecía la fallecida, por si sola, -además de otras complicaciones de que adolecía- imponen un cuidado especial (…) por lo que, ya por eso, no es aceptable que se la vigilara y controlara de igual forma que al resto de los ingresados (…). Además, en personas con tal enfermedad, ha de poderse compatibilizar la sujeción a la cama con los movimientos peligrosos que pueda adoptar inconscientemente. Sin duda, el hueco existente, entre la barra acoplada a la cama y el colchón, debía de tener la holgura suficiente como para propiciar la situación de riesgo que se produjo, introduciendo la cabeza por el mismo.”
(DIARIO MÉDICO 08-03-2013)