NewsLetter #44: Dignidad, siempre

NewsLetter #44: Dignidad, siempre

CUIDAR DIGNAMENTE nº 44

Dignidad, siempre

 

El tercer miércoles de octubre se celebra el Día Mundial de la Dignidad.

 

La dignidad humana es aquello que reconoce la condición única del ser humano; su libertad, inteligencia y capacidad de autonomía.

 

Sabemos bien que la autonomía puede verse mermada en algunos momentos de la vida, ya sea por un deterioro físico o psicológico.

 

Como cuidadores, es nuestra responsabilidad hacer nuestro trabajo preservando la dignidad como valor central.

 

Uno de las maneras es mantener y facilitar la toma de decisiones sobre la propia vida.

 

Para ello es necesario ofrecer a las personas cuidadas información veraz sobre su estado de salud y los tratamientos y alternativas disponibles, para que puedan tomar una decisión fundamentada.

 

Debe desterrarse la actitud paternalista de antaño, en la que a veces se omitía información desagradable sobre su estado de salud o se tomaban decisiones clínicas por él/ella.

 

Ahora ya tenemos distintos instrumentos, entre los que destaca el consentimiento informado, que facilitan seguir decidiendo sobre nuestra vida cuando pasamos a depender de otros.

 

Solamente en casos extremos de enfermedades que anulen la capacidad de decisión de la persona, podemos pasar tal derecho a sus representantes. Eso sí, siempre focalizados en su bienestar.

 

Por otra parte, debemos aspirar a ofrecer a las personas con autonomías fragilizadas, una «autonomía acompañada», que implica:

 

Paliar los efectos de la reducción de capacidades.

Potenciar las capacidades restantes, ya sean físicas o psíquicas, con actividades que las cultiven.

Procurar los medios materiales e inmateriales para que puedan seguir creciendo como personas, de forma acorde a sus valores.

Incluso cuando aparezcan carencias cognitivas intensas en autoconciencia o comunicación, ser conscientes de que sigue habiendo capacidades afectivas y relacionales que habrá que saber nutrir.

 

Hasta en las situaciones de dependencia más extremas, cuando está más a expensas del amparo de los demás, la persona mantiene la grandeza moral de su dignidad, y merece el mayor respeto.

 

Un saludo

Equipo FCD