NewsLetter #42: Medicación sin daño, responsabilidad de todos

NewsLetter #42: Medicación sin daño, responsabilidad de todos

CUIDAR DIGNAMENTE nº 42

Medicación sin daño, responsabilidad de todos

 

Como cada año, la OMS aprovecha el Día Mundial de la Seguridad del Paciente para lanzar una campaña con un objetivo específico.

Este año toca «Medicación sin daño«, un llamamiento a tomar medidas para reducir los daños debidos a una medicación incorrecta.

No es un problema menor. La mitad de los daños evitables en la atención médica están relacionados con la medicación, y una cuarta parte de ellos son graves o potencialmente letales.

Evidentemente, la campaña propone medidas para los profesionales con el objetivo de prevenir las causas que pueden llevar a errores dentro del sistema sanitario, como la fatiga, las malas condiciones ambientales o la escasez de personal.

Pero además, la campaña involucra a los pacientes y sus cuidadores como corresponsables de su propia medicación.

Para ello, la OMS ofrece la guía «Cinco momentos para la seguridad de la medicación».

En cada uno de ellos se sugieren las preguntas que deben hacerse los pacientes, familiares o cuidadores, para reducir el riesgo de daño asociado al uso de los medicamentos.

Esta medida se enmarca en la tendencia a salir del paternalismo tradicional de los servicios asistenciales (hospitales, centros de salud mental, residencias geriátricas, etc.)

Antes el paciente era objeto pasivo de las decisiones tomadas por los profesionales, sin tener en cuenta su opinión y preferencias, ni su participación.

Estamos cambiando a un modelo asistencial en que hay una corresponsabilidad entre los profesionales, los pacientes y sus cuidadores informales; donde las decisiones se consensuan, más que imponerse; y donde la autoridad se gana a través de la confianza, más que darse por hecha.

En el campo de la salud mental, por ejemplo, se avecina un cambio legislativo que normalizará el llamado contrato terapéutico.

Viene a ser lo que ya se practica en algunos centros: la toma de decisiones compartida entre el profesional sanitario y el paciente, que otorga su consentimiento con conocimiento de los riesgos a largo plazo de los psicofármacos que se le prescriben.
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Por otro lado, la experiencia ha demostrado que un enfoque terapéutico diferente y la organización de los centros asistenciales con la atención centrada en la dignidad del usuario, alumbran soluciones alternativas que minimizan la necesidad de medicamentos, y dan como resultado una mejor calidad de vida.

Después de más de una década de trabajo de la Fundación Cuidados Dignos, el debate entre la seguridad y la autonomía sigue abierto, pero la práctica demuestra abrumadoramente que ambas pueden convivir.

Podemos procurar seguridad sin menoscabar la libertad de las personas cuidadas.

Un saludo
Equipo FCD