NewsLetter #37: De «abuelos canguro» a «abuelos esclavo»

NewsLetter #37: De «abuelos canguro» a «abuelos esclavo»

De «abuelos canguro» a «abuelos esclavo»
Día de los abuelos y abuelas

Es muy probable que guardes recuerdos entrañables de tu abuelo y abuela.

¿Verdad?

Siempre han sido un referente querido y respetado en las familias y en la comunidad.

Nos aman tiernamente y nos consienten 🙂

Son fuente de experiencia, nos enseñan valores básicos y habilidades transmitidas de generación en generación.

Nos conectan con la tradición y nuestros ancestros.

La modernidad les ha privado un poco de su valor como repositorio de sabiduría, porque sus conocimientos y experiencia se consideran obsoletos .

Pero no nos vendría mal rescatar su resiliencia, su humildad, su enfoque en lo vitalmente importante…

Son tiempos difíciles para los abuelos.

Por una parte, se percibe el desgaste del deber moral de cuidarles cuando son mayores.

Y al mismo tiempo se les demanda mucha más dedicación que nunca.

Se han convertido en cuidadores de sus nietos, muy convenientes para cuadrar la vida familiar de parejas con largas jornadas de trabajo.

Cada vez son más los que asumen el papel de «abuelos canguro», encargados de sus nietos durante una buena parte del día.

La mayoría acepta de buen grado esta oportunidad de pasar más tiempo con ellos.

Pero la realidad cotidiana es exigente.

Un bebé requiere mucha atención y agilidad, por ejemplo para acompañarle en sus primeros pasos y caídas. Una tarea «diseñada» para padres en la plenitud de su vida.

Con un niño más mayor, además de las tareas de higiene y alimentación se suman los traslados, tareas del colegio, etc.

Cuando la dedicación es excesiva, no solo se desgastan físicamente, sino que se ven privados de su tiempo de jubilación para hacer otras actividades que les satisfarían.

El cúmulo de obligaciones puede llegar a sobrepasarles y lo que empezó siendo un placer se acaba convirtiendo en una servidumbre.

La mayoría que está en esa situación no lo comunica por miedo a defraudar a los hijos, y acaba sufriendo un gran cansancio físico y estrés mental.

En casos extremos puede llegar al llamado síndrome del abuelo esclavo, que genera problemas de salud y afecta gravemente a la vida familiar.

Todo está bien en su justa medida.

Aunque podamos contar con ellos puntualmente, no debemos delegarles una responsabilidad que corresponde a los padres y madres.

Permitámosles disfrutar de sus nietos sin obligaciones ni cargas.

Se lo han ganado.

Un saludo
El equipo de FCD