NewsLetter #29: Bañarse de Naturaleza nos da vida, y más cuando envejecemos 🌳🧓🏻👴🏻🌳

Es un día para reflexionar sobre nuestra conexión esencial con la Naturaleza.

La mayoría hemos perdido el contacto diario.

Al vivir en grandes ciudades, con pocos espacios naturales, no disfrutamos del bienestar físico y mental que proporciona estar inmersos en un espacio natural, tanto más cuanto más salvaje.

Sin embargo, un parque urbano bien diseñado puede proporcionarnos los mismos beneficios.

Esto es especialmente crítico en las personas mayores, normalmente aquejadas por dolencias físicas o deterioro cognitivo.

Para ellos, disponer de entornos naturales cerca es una riqueza en varios sentidos:

Nutrición

El aire libre y el sol proporcionan elementos esenciales (oxigenación, vitamina D…)

Actividad y movilidad

Es bien sabido que la actividad física moderada retrasa el envejecimiento y mejora los síntomas de las enfermedades crónicas comunes.

Simplemente permanecer al aire libre y darse pequeños paseos, hace mucho bien.

Hasta tal punto es así, que en un estudio se reveló que las personas que tienen cerca parques o calles arboladas presentan una longevidad superior en 5 años que aquellas que no.

Las personas mayores que caminan diariamente mejoran su equilibrio y su tono muscular reduciendo las posibilidades de caída y rotura.

En general, las personas que caminan descansan o meditan en un bosque presentan niveles de estrés cortisol menores.

Un ejemplo particular de reconexión con la naturaleza es la jardinería.

Aquellos que la practican mejoran la fuerza y flexibilidad de las manos y el cuerpo, disminuyen el dolor corporal y reducen la presión arterial, además de ganar en entusiasmo y motivación.

Salud mental

También se ha estudiado ampliamente que hacer ejercicio moderado en espacios naturales mejora el ánimo, reduce la propensión a deprimirse y mejorar la función cognitiva durante toda la vida.

Pasear por parques ha demostrado ser una manera efectiva de hacer frente a factores estresantes como la muerte de un ser querido.

Hay un estudio que demuestra que las personas que se mudaron a viviendas en áreas más verdes tuvieron una salud mental significativamente mejor durante los 3 años siguientes a la mudanza.

En otro estudio, los pacientes de Alzheimer que viven en una residencia de ancianos urbana asistieron a huerto-terapia; en 12 semanas, el grupo mostró un mayor nivel funcional respecto a los no participantes.

Aparte de los beneficios para la salud física y mental, las zonas verdes favorecen el encuentro entre vecinos y las relaciones sociales.

Para experimentar las ventajas de tener la naturaleza cerca no hace ni siquiera falta salir al exterior. La posibilidad de ver la naturaleza a través de la ventana ya reporta muchos beneficios.

Esto se está empezando a aplicar en entornos extremos como las UCI donde los programas de humanización están incorporando salidas programadas al aire libre (portando todo el aparataje necesario) y espacios con más luz y ventilación natural y, si es posible, con vistas a un espacio verde.

Hay razones poderosas para hacer todo lo posible por naturalizar nuestros centros y la vida de las personas a las que cuidamos.

Equipo FCD

Más información: The benefits of nearby nature in cities for older adults, by Nature Sacred