NewsLetter #19: Mujer y mayor, doble dolor

NewsLetter #19: Mujer y mayor, doble dolor

En estos días de reivindicación de los derechos de las mujeres, queremos poner el foco en las mayores, que sufren doble discriminación; por mujeres y por mayores.

En virtud de su edad son discriminadas socialmente, convertidas en seres invisibles, excluidas, ignoradas.

Pero además, las de más de 65 años experimentan discriminación de género mucho más que las  jóvenes, según el estudio de La Delegación del Gobierno para la Violencia de Género.

En innumerables ocasiones sufren violencia, y a menudo más de un tipo a la vez: física, sexual, psicológica y aislamiento social.

El mayor problema para detectar y prevenir su maltrato es el silencio por parte las propias víctimas y su entorno.

Muchas no perciben como violencia lo que viven en su día a día, por lo que raramente denuncian.

Es una indefensión que aprendieron desde bien jóvenes y que les impide salir de las situaciones de maltrato, que suelen ser de larga duración.

(El 40% llevaba 40 años y más sufriendo violencia, el 27% entre 20 y 30 años, según datos del citado estudio).

Fueron educadas para ser sumisas y aguantar.

Tienen interiorizado que las parejas son «para toda la vida» y que una relación es «aceptable» si al menos no les pega, por mucho que pueden estar sufriendo:

·         insultos y el maltrato verbal,

·         control económico,

·         limitaciones sobre dónde pueden o no pueden ir o

·         aislamiento de la familia y amigos.

Preguntadas por los motivos por los que mantuvieron la relación a pesar de la violencia ejercida sobre ellas, suelen señalar:

·         seguir vivas, ya que el 35% manifiesta haber tenido miedo a que las matara.

·         la falta de apoyos: un 32% indicó que no tenía dónde ir si se marchaba de casa y un 7% que su familia no la habría apoyado, si se animaba a dejarlo.

·         Tres de cada diez indicaron que la violencia era aceptada por la sociedad en aquellos momentos.

·         El 32% pensaba que sus hijos o hijas sufrirían si se marchaba o separaba.

·         El 23%  «le daba siempre una oportunidad más, dado que «él le decía que cambiaría».

·         Un porcentaje igual indicó que permaneció en la relación porque se había conformado.

Con este escenario, no es difícil entender que se sientan atrapadas y se resignen.

Las mujeres mayores suelen tener una situación económica precaria y viven largos periodos de dependencia debido a la extensión de la esperanza de vida.

Es nuestra obligación moral facilitarles que sus últimos años tengan una vida digna y, por supuesto, libre de maltrato.

Cada uno desde su papel de familiar, vecino o profesional que interactúa con ellas.

Un saludo
Equipo de Cuidados Dignos

Bibliografía: Mujeres mayores de 65 años víctimas de violencia de género