La dignidad no envejece

La dignidad no envejece

Cada 15 de junio, el calendario nos recuerda una realidad que no deberíamos seguir tolerando: el maltrato a las personas mayores.

Negligencia, invisibilidad, infantilización, exclusión o incluso violencia directa siguen presentes en demasiados entornos, incluso allí donde se supone que hay cuidado.

Desde la Fundación Cuidados Dignos, alzamos la voz y renovamos nuestro compromiso:
el buen trato no es una opción ni un gesto aislado. Es un principio ético, profesional y humano.

Combatir el maltrato también significa:
– Revisar prácticas normalizadas
– Evitar sujeciones innecesarias
– Escuchar con tiempo
– Respetar las decisiones
– Acompañar sin invadir

Llevamos 15 años construyendo un modelo de atención donde cada persona mayor siga siendo eso: una persona. Con historia, con voz, con derechos y con valor.

La vejez no es sinónimo de dependencia. Y cuando lo es, merece ser acompañada desde el respeto, no desde el control.

Hoy, como cada día, seguimos trabajando por un cuidado libre de sujeciones, centrado en la persona y en la dignidad que nunca debería perderse.

Porque la dignidad no envejece.